Me llamo Yvette, y me defino como una persona responsable, comprometida y muy trabajadora, siempre lista para cumplir con mis compromisos. Mi energía y organización se reflejan en cada aspecto de mi vida, permitiéndome adaptarme con facilidad a diversas situaciones. Desde muy joven, descubrí mi pasión por el cuidado infantil, una vocación que nació cuando apenas tenía 9 años y que se intensificó con el nacimiento de una de mis sobrinas. Este mágico vínculo, que trasciende la relación tía-sobrina, me inspiró a dedicar mi vida al cuidado y bienestar de los niños.
Con esa determinación, decidí que mi futuro estaría intrínsecamente ligado a ser madre y a profesionalizarme en el ámbito del cuidado infantil. Esta es la esencia de mi dedicación a los más pequeños, un camino que he elegido con amor y convicción.
A lo largo de los años, he tenido el privilegio de trabajar como educadora infantil en diversos centros de la ciudad de Elche, donde he logrado integrarme a la perfección con los equipos de trabajo y dejar un impacto positivo tanto en numerosas familias como en la comunidad educativa. Mi enfoque maternal y dedicado ha permitido que los niños y niñas a mi cargo experimenten una transición suave entre su hogar y la escuela infantil, fomentando así un ambiente seguro y acogedor.
Mi filosofía de trabajo se basa en establecer desde el inicio una sólida relación familia-escuela, promoviendo una comunicación abierta y fluida que involucra activamente a los padres en el desarrollo y bienestar de sus hijos. Este enfoque colaborativo ha sido clave para ayudar a las familias a conciliar su vida laboral con la familiar, ofreciendo flexibilidad en los horarios de entrada y salida, y brindando soporte en aspectos cruciales como la lactancia materna y la introducción de alimentos sólidos, siempre respetando el ritmo y necesidades individuales de cada niño.
Entiendo la importancia de una adaptación suave y paulatina al entorno de la escuela para los más pequeños. Por ello, recomiendo a las familias comenzar con jornadas cortas e incrementar gradualmente su duración, siempre con la opción de que uno de los progenitores pueda recoger al niño en caso de necesidad. Este proceso ayuda significativamente a los niños a acostumbrarse al nuevo entorno de manera confortable y segura.
Además, sugiero la retirada progresiva de las tomas maternas y la introducción de biberones en casa antes de su incorporación al centro. Este enfoque busca minimizar el impacto del cambio y evitar posibles rechazos o alteraciones en el pequeño. Mi adaptabilidad a las necesidades de cada familia es fundamental, respetando siempre sus deseos y preferencias en el cuidado de sus hijos.
Consciente de la importancia de mantener a las familias informadas sobre el progreso de sus hijos, cada una recibirá un informe trimestral detallado. Este informe no solo cubrirá la evolución, el desarrollo y el crecimiento de los pequeños, sino que también vendrá acompañado de imágenes capturadas durante momentos significativos, permitiendo a los padres ser testigos de los avances y logros de sus niños.
Como broche final a su paso por el centro, cada familia recibirá una carpeta con todas las fotos de su hijo (en formato digital), documentando su jornada desde el primer día en la escuela hasta su graduación y preparación para el inicio de la etapa escolar. Esta iniciativa busca no solo celebrar los momentos especiales, sino también ofrecer un recuerdo tangible del valioso tiempo pasado en nuestro cuidado.
Trabajar en algo que realmente te apasiona transforma cada día en una aventura llena de aprendizaje, crecimiento y, sobre todo, la oportunidad de redescubrir la vida a través de los ojos de un niño. Esta es la esencia de mi trabajo en la educación infantil, un campo que me permite no solo enseñar, sino también aprender y dejarme contagiar por la inocencia y la curiosidad infinita de los más pequeños.
¿Qué más puedo decir? Estoy profundamente enamorada de mi trabajo y disfruto cada momento que paso en él. La oportunidad de influir positivamente en la vida de un niño y ver el mundo desde su perspectiva única es, sin duda, la mayor recompensa. Me considero afortunada de vivir esta experiencia día a día y estoy comprometida a continuar brindando un cuidado y educación de la más alta calidad a cada niño que pasa por nuestra guardería.